jueves, 11 de octubre de 2012

Historia de un .. tomo II Apocalisis de madrugada

Ha llegado la correspondencia, siempre debajo de la puerta.
Me asomé con cierto nerviosismo, no quise alzarlo. Miré en picado; cuentas del agua y de la luz distraían la verdadera razón de la tembladera que sufría mis piernas. Nada absolutamente nada mas que cuentas y avisos de clases de Inglés.

Han dado las 7  de la oscura, fría y maloliente noche  en el Pasaje 'Rosa Toro', escuché la voz de ella saludar al portero , sus tacos al subir las escaleras , el sonido  que hacía al sacar las llaves de su bolso, apenas lo oía yo me acomodaba el cabello y me sobaba la cara, jamás me gustaba  que me viera desarreglada,  aún cuando lloraba por horas siempre recogía mi cabello en dos largas trenzas  y pintaba mis mejillas.

-¿Ha llegado ya?- fue lo único que  dijo al verme, con un gesto prepotente y cejas fruncidas.
-No, aún no- respondí mientras tomaba un vaso de leche 
-Dentro de una hora llegará Israel- refutó ya con el gesto mas relajado y como avisándome de que no merodee la casa .

Israel Febres Tavera, un verdadero hijo de puta, literalmente no me equivoqué, llevaban pocos días saliendo con ella, quizá 7 u 9 y  ya había traído un par de cosas a la casa, cosas que verdaderamente aturdían mis vista y perturbaban mi calma; unos guantes llenos de grasa de la moto que manejaba una vieja y oxidada Kawasaki Tengai 650, lo sé muy bien por qué mi hermano coleccionaba revistas de autos y motos y yo sabía todas las marcas y modelos, y un  casco rojo brillante enorme que nada menos se le ocurrió dejarlo sobre la mesa advirtiendo que no se debía mover de allí, al despertar desde el día en que la trajo no he dejado de pensar en hombres del espacio y sus aventuras sexuales en la Luna, aún no puedo descifrar con claridad esos impulsos en mi cerebro.

Ella me miraba de reojo mientras , con una paciencia única, me cortaba y limaba las uñas de las manos en el sofá y con la tv encendida, estaba mirando un programa sobre manías obsesivas, la mayoría Europeos y Norteamericanos, pensaba que aún no han llegado a mi barrio o quizá a mi propia casa.

- Ha llegado Israel- me dijo señalándome mi cuarto
No me quedaba de otra , Israel me miraba extraño como cuando ves por primera vez algún bicho nuevo visitando tu espacio, ella se había dado cuenta y quién no. Agarre mi cortauñas mi lima de pelo y mi peine del sofá y me fui de allí pensando en lo grosera que es cada vez que se enreda con un hombre.

Escuchaba sus risas y sus copas de vinos  rozar la losa de los platos dónde seguro se sirvieron los fettuccinis que había preparado ella. ¨Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, 
1:13 y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro¨..., trataba de leer el Apocalipsis de la biblia,  tenía una  afición o mas que eso una verdadera obsesión por entenderla aún sabiendo que necesitaba leer desde el comienzo para lograr entenderla. 
Habían estado callados durante un buen tiempo que casi no me acordé de ellos, hasta que la Pasión desenfrenada como la de dos gatos techeros  de pronto inundó la casa con gritos salvajes de placer, cuál selva tropical me sentía con dos orangutanes festejando la llegada de sus hijos al mundo, dos elefantes  recordando su juventud y hasta me remoté a la prehistoria con dos Dinosaurios  destruyendo el mundo.
Volvió el silencio en la madrugada, y yo ya me había venido unas 4 veces.
Espere unos minutos para salir muy callada y desaparecer entre la oscuridad , y verlos tumbados sobre la alfombra , desnudos y exhaustos... me gustaba mirarlos desde una distancia adecuada, mirarlos y no despegar mis ojos sobre sus ejes y sobre sus ojos cerrados....mirarlos y pensar que han muerto luego de la algarabía exagerada entre sus dedos.  Y yo parada allí sintiéndome Dios......

(Parte 2...)

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